Oaxaca.

El miedo no desaparece con el pasar del tiempo, se adopta, se integra en el día a día. Los vestigios de las casas no permiten olvidar. Mucho menos permiten que la calma regrese. La gente ahora vive en las calles, en campamentos bajo lonas. Caminan diario entre escombros.

Las casas están derrumbadas, ellos en pie.
Back to Top